Durante estos días he seguido entrenando fuerte, muy fuerte, intentando mantener la motivación día a día. Sin embargo, he de reconocer que no es nada fácil. Hay días en los que voy muy bien, descansado y con muchas ganas, pero hay otros que me cuesta hasta dar un paso. Mi objetivo es claro, y los pasos a seguir para conseguirlo también. Pero cuesta tanto.... El Jueves pasado, después de hacer entrenamiento fuerte el Martes y ligero el Miércoles, estaba arrasado. Muy cansado físicamente, pero como en otras ocasiones, mi mente estaba preparada para ello. Todo estaba bajo control y previsto, y así tocaba descanso total. No me dolía nada en especial, aunque me dolía todo, y mi cuerpo pesaba una tonelada. El Viernes me levanté mejor, pero sabía que tenía que hacer algo para estar en condiciones para los ritmos exigentes del Sábado. Y así fue, terminé la semana laboral entrenando en condiciones, mejor de lo previsto, y dediqué mucho tiempo a movilidad y flexibilidad articular. Me fui a la cama cansado, pero mejor que el Jueves. Ya el Sábado todavía me levanté tocado, pero listo para hacer de nuevo un entrenamiento exigente. Había quedado con mis amigos del INEF para hacer una sesión en compañía. En el calentamiento no iba bien, falta de fluidez, y ni siquiera los comentarios siempre con risas, ayudaban a mejorar mis sensaciones. Después de 40 minutos de trote suave (quizá demasiado para mí, pero tampoco quería entorpecer su rutina), estiramos para empezar los ritmos. Teníamos previsto hacer un 8.000 por el césped artificial (perímetro de la pista), en progresión de 3´15¨ a 3´06¨ /mil. Pero ya desde la primera vuelta empezamos más rápido de lo normal, pasando el primer km en 3´08¨. Terminamos el último km en 3´05¨, para hacer una media de 3´07¨ (24´56¨). Curiosamente iba mejor a estos ritmos que a 4´30¨ del calentamiento. Después de hacer un ritmo me gusta trotar un par de minutos y terminar con un par de km más fuertes. Y así fue, 2 min de trote, seguido de 2x1000 m (2´56¨, 2´55¨, aquí ya no iba bien) con también 2 min de recuperación al trote entre los dos miles. Entrenamiento muy duro, no por el entrenamiento en sí, sino por la intensidad de toda la semana previa. El Domingo, 18 km de ¨recuperación¨ (4´00¨de media). He querido empezar esta entrada intentando transmitir lo duro que están siendo estas últimas semanas (por no decir estos últimos meses). Muchas veces nos limitamos a poner nuestros entrenamientos, pero sabemos que detrás hay mucho sacrificio, esfuerzo, y dureza. Por suerte, también hay satisfacción, ilusión, motivación y disfrute. Para mí el secreto para el éxito personal del atletismo amateur (y casi me atrevo a decir también del profesional), reside en conseguir que la balanza se incline hacia esto último. Pero no siempre es fácil.
lunes, 11 de abril de 2011
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Que razón llevas, en lo de la balanza , que se incline hacia la ilusión y disfrute. Espero que todo te vaya bien y sigas por buen camino. Un saludo , Luis.
ResponderEliminarAlberto un fuerte abrazo.
ResponderEliminarLeyendo tus sensaciones me siento identificado con muchas de ellas,de esta manera nos ayudas a mantener nuestra motivación y nos transmites la ilusión que tanta falta nos hace para seguir practicando este deporte,muchas gracias Luis.
ResponderEliminarAlberto F. nos vemos esta tarde. Gracias por el comentario
ResponderEliminarCada uno se toma como quiere este deporte y asume la cuota de sacrificio y esfuerzo que realmente le compense.
ResponderEliminarPinta que en el verano que ya esta ahi vas a disfrutar mucho.
Un abrazo.