Disfrutar sin entrenar bien

Los niños ya están durmiendo y finalmente encuentro 10 minutos para escribir con tranquilidad, silencio y sosiego. Tengo pasión por mis tres niños, e intento aprovechar cada momento con ellos con gran intensidad. Esta tarde me decía un amigo, el día D y la hora H con ellos es único e irrepetible, luego hay que aprovecharlo. Ya os podéis imaginar el ritmo de estos días, y no precisamente en los entrenamientos. Ritmo frenético con ellos, y ritmo pausado en los entrenamientos. No ha sido una semana buena de entrenamientos, las sensaciones no han sido como en las semanas previas. Aunque por otro lado, sí he disfrutado corriendo. Parece una paradoja, pero así es. Normalmente se disfruta al máximo cuando los entrenamientos salen bien, pero en esta semana de entrenamientos mediocres el nivel de disfrute marcado en mi agenda ha sido el mismo. Hay un parámetro que marco diariamente en mi agenda de entrenamientos, el nivel de disfrute, de 0 a 10. Llevo ya varios años en los que el nivel medio no baja del 8, y esta semana a pesar de las malas sensaciones y malos tiempos, también he alcanzado el notable en aquel aspecto. Por lo tanto, no me preocupa mucho que los tiempos de las series no hayan salido como esperaba o como deseaba. Termino la semana con 125 km, y empezaré mañana Lunes una nueva semana metalizado de que los ritmos esta vez saldrán.